7 de noviembre de 2011
3 de noviembre de 2011
Calaveritas 2011
Calaveritas
Primeros Matutinos
La Huesuda muy contenta nuestra ciudad visitó,
¡Hay mi Puebla, tan querida! Te extraño yo,
entretenida por sus calles la prepa Zapata encontró
¡Qué edificio tan grande! E ingresó.
¡Alto, por favor! La maestra Guille le gritó:
Su justificante señorita, pues tarde llegó.
Indignada la Catrina de reojo la observó:
No está mal la mercancía que me llevaré hoy.
Mi querida amiga, tu hora llegó,
junto con tus maestros, al cazo me los llevo hoy.
Pronto un alboroto el recinto invadió,
y todos los alumnos en un grito ¡la salvación llegó!
La Huesuda muy contenta, una orden emitió:
¡Que inicie la fiesta, pues a eso vengo yo!
La maestra July atenta, una hojaldra le invitó:
Pruebe usted mi señora, la maestra Mónica las cocinó.
Prontos y presurosos Don Arturo y Eleazar,
se peleaban a la Huesuda, en su turno por bailar,
Don Cornelio daba turnos escogidos al azar,
pero la fila de muchachos no dejaba de avanzar.
Ya entrada la noche, un poema se escuchó,
era la maestra de Lenguaje, cuya voz resonó.
Dedicada a la flaca y en su honor,
hizo gala de su belleza y esplendor.
Desde los laboratorios un grito se oyó,
era la maestra Argelia que no se salvó,
escondida estaba y la flaca entró,
y dando un suspiro la evaporó.
Al término de la noche
Guille quiso escapar,
la Muerte la descubre
y se la lleva sin pensar.
La calaca en la Zapata
En facebook chateando,
la Calaca se encontraba,
muy triste tecleando,
pues nadie contestaba.
En su muro y en sus fotos
nadie comentaba.
¡Todos están locos!
la Parca gritoneaba.
La boca de la Muerte
una sonrisa dibujó,
ya le cayó el veinte,
una idea le llegó.
A los de la Zapata
una visita les haría,
cantando su sonata,
para allá se dirigía.
Cuando la Flaca llegó,
los alumnos se asustaron,
ella un trato ofreció,
que con gusto aceptaron.
Un juego de ajedrez
con alguien jugaría,
quien perdiera dos de tres
¡En facebook comentaría!
Un muchacho valiente,
a la Parca se acercó,
se sintió con mucha suerte
y el juego comenzó.
El chavo no temía,
así que sacó el Fua.
La Muerte se reía
¡Qué tonto, ja ja ja!
De pronto la Flaca se calló,
los alumnos festejaban,
pues el chico le ganó
mientras ella carcajeaba.
Con la cara larga,
la Parquita se marchó,
la derrota era amarga,
pero en facebook comentó:
“Al jugar al ajedrez,
viejos tiempos recordé,
pues la Zapata fue
la prepa donde YO estudié”.
Catrinarcos
Durante una junta
los narcos hablaban
sin darse ellos cuenta
que su fin llegaba.
La parca era enviada
por los inocentes
privados de vida
por los delincuentes.
Pobres de esos hombres
niños y mujeres
dejaron el mundo
también sus placeres.
Esos desgraciados
deben de pagar
pues con la Catrina
se van a largar.
La muerte tiene hambre
Rondando feliz la Zapata
está la Parca sonriente
buscando jalarle la pata,
aunque Guille ni la siente.
Quiere llevarse a algunos
y robarse una hojaldrita,
tiene ya ganas de vernos
y darnos una mordidita.
Viene a vernos cada año
y no siempre se va feliz
pues algunos le hacen daño
y se retuerce la infeliz.
Se está muriendo de hambre,
nadie quiere alimentarla,
pues tenemos por costumbre,
si la vemos ¡Ni tocarla!
Ya queremos que se aleje
y a la escuela deje en paz,
siempre Guille se protege
aunque la Calaca esté detrás.
Tianguis de huesos
Vendo barato los huesos,
mis huesitos del montón,
mandíbulas cinco pesos,
dedos flacos a tostón.
Repuestos de calaveras,
huesos limpios sin sangrar,
piernas izquierdas enteras,
hasta para cocinar.
Huesos de res tres por diez,
costillas de burro a peso,
uñas de cerdo al revés
y de regalo un pescuezo.
En cada compra un regalo,
a todos les doy sus dientes,
si no hay de hueso, de palo,
si no los de sus parientes.
Si no lo tengo, se lo hago,
sin enganche hay solución,
facilidades de pago,
pero no hay devolución.
Ya se fue la calavera
porque no halló consonancia
así tan vieja como era
se acordaba de su infancia.
Se fue tras de sus anhelos,
de morir por un amor,
ofrendando falsos duelos
a víctimas del buen humor.
Primeros Vespertinos
Calavera a la Preparatoria
Por rumbos de la prepa,
dicen que anda la muerte,
con gran cantidad de ganas
y con muy poca suerte.
En las aulas de la Zapata
son muy afortunados,
pues dicen que la muerte
les hace los mandados.
Al panteón de la ciudad,
a los maestros se llevaron
y a los chavos de la escuela
sin estudios los dejaron.
Los estudiantes, descontentos,
con la huesuda se enojaron
y en la puerta de la prepa
a patadas la sacaron.
La parca en la zapata
Al panteón de la ciudad
a Mondragon se llevaron
Y los chavos de la prepa
Muy contentos celebraron
De llevarse a conchita trataron
pero su fe de erratas
fue lo que no soportaron
y en la zapata la dejaron
La profesora Marilú
a la parca ofendía
mas la parca no entendía
Su rara psicología
El profesor Rodolfo
Sumaba en un rincón
Y la directora Guille
Se tiraba del balcón
Mientras el profe Luis Ángel destilaba
la parca con todos acababa
cuando de la atrocidad se percató
con ácido la amenazó
Primeros San Martín
En la prepa Emiliano Zapata la calaca ya pasó
Burlándose de los pocos alumnos que hoy tiene esta institución
Pues ella no se acordaba que acá en San Martín Texmelucan apenas se inicio
Pobrecita la huesuda de tan vieja no recordó
Que aquí ella también estudió
Y después sorprendida ella quedó
Al ver que esta gran escuela tiene fuerza y corazón
Y que como ella también es vieja y de tradición.
…En un día de muertos como todos los años
Reunidos estaban lo estudiantes de la BUAP
De todos los grados...
…Entonces llegó San Pedro y la Muerte
A la máxima casa de estudios de siempre.
San Pedro prometió llevarnos con él
Por ser buenos estudiantes y a maestros también
Pero la muerte amenazó con hoz en mano
A todos aquellos que no pasaron de año
Les dijo que de seguir así, de mal aprendiz
Se los llevaría con ella por siempre a cortar maíz
En cambio lo que prometía San Pedro
Era la entrada al paraíso de los cielos…
…Cuando llegó el momento de elegir para partir
Llegaron a una conclusión infeliz
La muerte dijo que no tenía tantos maizales
Para que los cortaran los malos estudiantes…
Y San Pedro dijo para sí: “yo sabía que a ninguno me
Llevaría de aquí…
…La muerte tuvo compasión
De los estudiantes de la Zapata de san Martin sección
Porque vio que aún no tenemos campus
Y pensó dejarnos esperando por él hasta edificarlo…
…se rió mucho para sí
Porque se dijo que siempre seguiríamos así…
…regresó al cabo de un rato
Cuando consideró prudente el tiempo para edificarlo…
Y al ver que seguíamos en las mismas…
Decidió que la próxima se llevaría al que prometía…
Porque no era posible una situación
En la que no se quisiera a la BUAP donar un terrenón…
…Y así el que sufra las consecuencias por nuestro campus…
…será el de las promesas de hace rato…
A la Zapata
Atarantada, empolvada y muy cansada,
De la cabalgata, la muerte llegó desesperada
Ahora en la Zapata está instalada,
En la mera puerta de la entrada
Observando a todos los chavos a la hora de llegada.
Lilia la recibe con una singular sonrisa
Y luego le pregunta: ¿Me puede decir, si viene usted de misa?
La huesuda le contesta: ¡le traigo una gran primicia!
¡Vengo por David, que siempre llega muy aprisa!
Y entra corriendo por la puerta corrediza.
La huesuda en la Zapata, sigue insistente
Y Guille, de eso está consciente,
Asustada le pregunta: ¿qué quiere usted con mi gente?
No, no es toda tu gente sólo vengo por tu asistente.
La directora responde, como siempre, muy inteligente:
Mi asistente salió a arreglar un asunto muy urgente.
La calaca llega a una pequeña salita
Y sin mucho pensarlo, interrumpe una juntita.
Entre tanta muchachita,
No sabe a quién elegir la muertita.
Alejandrita, Danielita o Brendita
¿Quién será la más bonita?
Se miran las tres, un tanto nerviositas
Y luego la saludan con una sonrisita
Ya nada más por eso les va a dar otra chancita.
Sale la muerte volteada al revés
Y se introduce al cubículo de inglés
Y al Profe Fernando observó, de la cabeza a los pies.
No vengo por Tania ni por Rubí…
Creo que vengo por usted,
A lo que Fernando responde: A usted yo no le entiendo si no me
Habla en inglés.
Todavía sola la muerte corre por los pasillos
En su listado trae a un tal flaquillo llamado Winston
Este un tanto asustadillo
Le dice: Busque otra lista en su bolsillo,
Creo que usted se equivocó de pasillo.
Desesperada la calaca por no lograr lo que planeó,
A William por Neto preguntó,
Y este rapidito contestó:
El sigue en busca de sus cosas
Ya que Hugo las escondió.
Sale la muerte sin nadie a su lado
Ahora se encuentra bajo el cielo soleado,
Desde la plaza ha contemplado
Que la Zapata tiene, circuito cerrado.
Segundos Matutinos
Y después de tantas Cartas
por fin ahí viene la calaca
corre y corre sin cesar
porque a Cartas se quiere llevar.
Del bigotito lo quiere jalar
directito al más allá
no se piensa parar
aunque Guille le vaya a rogar
La bendita cala quita que de maestros es santita.
Hoy la escuela cerró
Muy temprano sus puertas
Todos llorando están
Y unos hasta orinados ya
Pues temen que la huesuda
Hoy nos venga a visitar
Y por fin cumpla su plan
De dejarnos sin maestros
Y a esta escuela desfalcar
Ella piensa que merecen descansar
Que los alumnos son unos pelados
Y aprender no necesita
Que solo van
A calentar las sillas
Y que no los necesitan
La huesuda como es bien ducha
Para eso de la lucha
Prefiere echarse un raund
Con Guille la directora
Para poderse llevar
De paso a los fantasmas
Que dicen que ahí hay
Los alumnos muy alegres están por el momento
Piensan en la alegría de ya no tener maestros
De ya no tener quien los quiera reprobar
O su calificación cancelar
La catrina a la escuela llegó
Y en un rincón se sentó
Estaba esperando a la maestra
De lenguaje e investigación.
“¡Espera, alguien viene!”
La huesuda gritó ilusionada
Al ver que alguien venía
Por la puerta de la entrada.
Pero esta no era Arely
Eso se podía ver
Se trataba del buen Rolas
Que algo extraño empezó a oler.
“Es como tierra mojada”
Dijo Rolas sin dudar,
Cosa que molestó a la catrina
Pues era de esta su olor corporal.
Corrió de ese rincón
Persiguiendo al profesor
Al cual, en cuanto la vio
Un fuerte grito exclamó
“No me lleves” dijo Rolas
Pero a la catrina no le importó
No pensaba pasar por alto
Que se burlaran de su olor.
Extendió su flaca mano
Hasta que a Rolas tocó
Y este, con un gesto extraño
En el suelo rebotó.
Estaba feliz la huesuda
Pues no se le había escapado,
Había cobrado venganza
De aquel que se había burlado.
Sobre su hombro lo cargo,
Pues no era muy pesado
Y al panteón se lo llevó
Con todo y gesto asustado.
Calaverita al 2ºDm
¿De dónde salió la muerte
Al final de los festejos?
Se preguntaba el diablo
Atolondrado y perplejo
Pues la calaca llegaba
Con tremendo cargamento
-o sea ¿Qué te has creído ,
Please está en duda mi talento?,
Yo cumplo con mi trabajo
Y este costal tan repleto
Está lleno de estudiantes
Que baje del cielo
Su lugar de procedencia,
La prepa del mero centro
La Zapata los acoge,
Sin piedad y sin remedio,
Su grupo 2ºD
Del turno mañanero
¿Motivo por el que vienen?
Por habladores, redactores
Y llenos de otros talentos
Les gusta echar relajito
Hacerse los graciositos
Pero al final son puros indefensos
-ya párale mi huesitos,
No quiero escuchar más cuentos
Ya se que adoras la prepa
Porque allí pasaste buenos momentos
Ex alumna de la Zapata,
Vete directo al infierno
Allí arderán todos juntitos
Y terminaran sin lamentos.
Segundos Vespertinos
Terceros Matutinos
Estaba Jacobito dando economía
Cuando de repente le dio una neumonía.
La muerte siempre quiso ser maestra
Y pensó que sería una gran experiencia.
Por eso el pequeñito hasta el hospital fue a dar
Y la flaca intentó ocupar su lugar.
Así entró la calaca al salón
Su clase había preparado con gran emoción.
Durante la clase con su libro en mano
Golpeó a todo alumno que se ponía bravo.
Al principio nadie reclamó
Pero después se armó la revolución.
Todos golpearon a la huesuda
Dejándola llena de abolladuras.
Salió del salón a buscar ayuda,
Y encontró a Carranza en su lectura.
Él le explicó porqué esto sucedía
Mediante una cátedra de administración,
Con ello llegó a la conclusión
Que para catedrática no servía.
Muy triste la parca huyó al hospital,
Encontró a Jacobito leyendo a Marx.
Le dijo que su labor podría continuar
Y así ella regresaría al panteón en paz.
Estaba la calaca enojada
Porque Óscar de su plato se escapaba
Lo picó con el tenedor
Y disfrutó su orgasmeante sabor.
Óscar gritó “¡oh mamá!”
Y la calaca lo escupió
Por el susto que le dio
El grito que proclamó.
Óscar reposaba sobre la mesa
La miró y le dijo
No molestes tengo alumnos que atender.
Enojada la calaca
Con un puño lo aplastó
Y sin más ni más, Óscar ahí quedó.
Sentada estaba la flaca
En la silla presidencial
Contando a sus víctimas
Para podérselas llevar.
De pronto ve a Vázquez Mota
Tan pequeña como un pan
A ésta sí me la cargo
Para que pueda gobernar
Ya anclado en la banca azul
La huesuda pregunta por Corderito
En eso que aparece Felipito
Defendiendo a su amiguito
Donde te lleves a mi favorito
Te las verás con el negrito.
Estaba una vez la muerte
Tan cansada y en la cama
Agripada y con desdenes
Platicando con su almohada.
“¡Almohadita, almohadita!
Porqué no me puedo llevar
A esa niña tan bonita
A este humilde hogar”.
Despuesito la pequeña
Muy sorprendida se quedó
Al saber que ella solita
Al infierno le llegó.
Ella le dijo que la amaba
Con todo su corazón
Y que dejara su trabajo
Como el santo vengador.
Terceros Vespertinos
Estaba el diablo (Rico) esperando
a la diabla (Legna) para ir a cenar,
de tanto tiempo de estar sentado
prefiero levantarme y caminar.
Camino hacia la fauente que ahí estaba,
miró su reflejo en el agua
y pensó que qué guapo estaba,
que Legna debería sentirse afortunada.
La noche estaba obscura y solitaria
y entonces la muerte llegó
diciendo que a Rico se llevaría
y este, del susto gritó.
Tarde Legna llegó,
pues a Rico la muerte se lo llevó,
pero ella no se rindió
e impetuosamente lo buscó.
Cuando por fin lo encontró,
Legna de un golpe a la muerte tumbó,
Rico de la emoción lloró,
y ella con mucho amor lo abrazó.
Puntualotes y sonrientes
los alumnos en la entrada
a la maestra Mara y María
con muchos besos recibían.
Tomaron todos sus asientos,
preparándose a estudiar,
letras, colores y dibujos
y aprender a colorear.
llegó muy tarde la Parca,
vestida muy formal,
dispuesta a entrara a clase,
para aprender a iluminar.
La maestra Mara la detuvo.
”¡Espera, ahí no vas a entrar!”
tu gafete no lo veo,
te tendré que colgar.
apenada por su olvido,
la calaca le explicó
“lo dejé en un entierro
que muy tarde terminó”
Mara enojada le dijo:
“Por él vas a regresar
a tu casa o a un entierro,
sin él aquí no entrarás”
La huesuda enfadada,
pues sólo quería estudiar
dijo muy enojada.
“¡A la tumba te he de llevar!”
“No me voy yo sin mis niños
¿Quién los ha de cuidar?
tan chiquitos y bonitos
ellos me acompañarán”.
Descansen ahora en sus tumbas,
bebiendo leche y cereal.
aprendiendo y jugando
en el Panteón de tercero A.
Economía
Estaba Carranza cantando
y lamentando que no hay capital,
cuando llegó la muerte cantando
y pablo pasmado se fue a Ocotal.
Jacobo al ver esta maldad
se ofreció a ayudar,
pero la flaca con tal de no fallar,
se opuso a esta calamidad.
Pablo estaba llorando
al ver su muerte venir
miró a Jacobo y la calaca peleando
el profe mejor decidió huir.
El pobre al llegar a su hogar
a la huesuda vio entrar.
Carranza dijo: no me vayas a llevar
pues no me va a aguantar.
La muerte se puso a gozar
al ver a Carranza suplicar,
dijo: “No te voy a llevar
si me das tu capital”.
Al ver Pablo todo esto,
dijo: “no tengo ni un sólo peso,
mejor llévame con el resto”.
y ella le cortó el pescuezo.
A Roke
Estaba Roke sentadito,
quietecito en el salón,
explicando al alumnado
cuál era su situación.
Pobrecito Rokecito,
su frioreo no tomó
y además su perrito
en un poste estampó.
Junior de puro milagro se salvó
y la calaca fracasó,
haciendo pucheros,
el foco se le encendió.
Me llevaré al dueño
para vengarme del perro,
le pondré el Cisne negro
¡Pa´que grite de tanto mello!
Cuando Roke se dio cuenta
trató de escapar,
pero se estrelló en la puerta
y ya no pudo más andar.
“Por insolente y burlón,
te toca ir al panteón”
dijo la huesuda
con gran satisfacción.
Roke gritando dijo:
“No, no, no por favor”
antes quiero una Oreo
y ver Nikelodeon.
Pero la muerte astuta
lo hizo creer
que por su linda car
lo iba a obtener.
Al pobre profe de literatura
la calaca se lo llevó
sin darle lo que le había prometido,
dejando al salón con el otro profe enojón.
Calaquita calaquita
cumpliste con tu misión,
haciendo que todos nosotros
reprobemos por montón.